Hablar inglés con fluidez puede parecer abrumador. Pero como en cualquier viaje, la parte más difícil suele ser dar el primer paso. Miles de personas alcanzan la fluidez en el inglés cada año y, con suficiente determinación, ¡tú también puedes! Para ayudarte, desde Smooth Talkers te compartimos nuestros mejores consejos.
¿Qué es la fluidez?
La fluidez consta de dos partes: conocer y producir el idioma. Ser fluido significa que puedes hablar el idioma cómodamente; te comunicas libremente y tienes conversaciones con nativos sin ayuda externa.
La fluidez también se puede ver en la forma en la que hablas. Si tienes mucho vocabulario en inglés, pero hablas muy despacio, haces pausas constantes, repites mucho, o si hablas de forma lineal, sin emociones, tampoco sonarás muy fluido.
Por otro lado, sonar fluido no significa que realmente estés hablando bien inglés. Para hablar inglés con fluidez, ¡debes dominar el idioma y la forma en que lo hablas! Para ayudarte a ser fluido en inglés, te compartimos nuestros mejores consejos y sugerencias.
1. ¡Empieza con un tutor!
Si tu meta es hablar inglés con fluidez, invierte en un tutor personal. Hablar con un experto, como mínimo una vez por semana, puede impulsar exponencialmente tu progreso. Podrás hacer preguntas en inglés, discutir nuevas expresiones relevantes para tu vida y recibirás comentarios sobre tus habilidades y avances en tiempo real.
Ten en cuenta que es mucho más fácil seguir una rutina de aprendizaje cuando te sientes cómodo con alguien y cuando tienes un poco de presión externa. ¡No te quedes solo durante este proceso! Contáctanos y recibe guía personalizada.
2. Sumérgete en el idioma
Si bien tener tu propio tutor suma muchos puntos para avanzar, no será suficiente para lograr un progreso real. Deberás pasar al menos 15 minutos practicando todos los días.
Por sumergirte nos referimos a rodearte lo más posible del idioma en tu día a día. Escuchar música o algún podcast, ver películas o series con audio y subtítulos en inglés, leer libros, artículos, tweets, entre otros, en inglés únicamente, son formas en las que puedes mejorar tu fluidez. No obstante, es un trabajo en el que deberás concentrarte y prestar atención para al menos aprender una o varias palabras y expresiones en inglés.
3. ¡Equivócate!
Un sabio dijo una vez “los errores te hacen más fuerte” y la mejor forma de internalizar este dicho es dándote cuenta que después de que te corrigen un error es muy poco probable que lo vuelvas a cometer. Tu objetivo es entregar un mensaje, con la gramática y el vocabulario correctos por supuesto. No obstante, ¡incluso los hablantes nativos de inglés cometen errores! Aspirar a la perfección nunca será un objetivo realista.
4. Técnica de repetición
Una gran ventaja del inglés es que, usualmente, en la pregunta está la respuesta. Si escuchas con atención la pregunta podrás responderla, esto se debe a que las preguntas en inglés son como espejos:
Q: Do you like pizza? A: Yes, I do. / No, I don’t.
Q: Can you sing? A: Yes, I can. / No, I can’t.
Q: Have you ever traveled abroad? A: Yes, I have. / No, I haven’t.
Si alguien te hace una pregunta y no estás seguro de cómo responder, analiza la primera parte de la pregunta. En vez de memorizar la gramática al pie de la letra, busca patrones como el que comentamos arriba.
5. Celebra todos tus logros
Cada que completes una actividad y aciertes, cada interacción con alguien más, especialmente con un nativo, entre otros, son acontecimientos que por pequeños que sean, te impulsarán a alcanzar tu meta final: conseguir un inglés fluido.
Algo a tener en cuenta, es que todos los que hablan cualquier idioma nunca dejan de aprender. Estudios demuestran que la mayoría de las personas continúan aprendiendo una palabra adicional en su idioma nativo todos los días hasta la mediana edad. Enorgullécete de ti mismo, tus logros grandes y pequeños, y no dejes de divertirte durante el proceso. ¡Da el primer paso con nosotros y perfecciona tu inglés!
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